Los cálculos Renales y como Prevenirlos

kidneys
Compartir:

Los cálculos renales son un problema de salud que afecta a muchas personas en todo el mundo. En este artículo, te explicaré qué son los cálculos renales, cuáles son sus causas y síntomas, cómo se diagnostican y tratan, y qué puedes hacer para prevenirlos.

¿Qué son los cálculos renales?

Los cálculos renales son depósitos duros de minerales y sales que se forman dentro de los riñones. Los riñones son órganos que filtran la sangre y eliminan los desechos y el exceso de líquido a través de la orina. Cuando la orina se concentra demasiado, algunos de estos minerales y sales pueden cristalizarse y unirse, formando cálculos de diferentes tamaños y formas¹.

Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. Las vías urinarias son los conductos por donde fluye la orina desde los riñones hasta el exterior del cuerpo. Estas incluyen los uréteres, que conectan los riñones con la vejiga, la vejiga, que almacena la orina, y la uretra, que expulsa la orina fuera del cuerpo¹.

Los cálculos renales pueden causar dolor intenso, sangre en la orina, infecciones y obstrucciones del flujo urinario. En algunos casos, pueden provocar daños permanentes en los riñones o requerir una cirugía para extraerlos¹.

¿Cuáles son las causas y los tipos de cálculos renales?

Los cálculos renales pueden tener varias causas, entre las que se encuentran:

  • La dieta: el consumo excesivo de alimentos ricos en calcio, oxalato, ácido úrico o sodio puede aumentar el riesgo de formar cálculos renales. Estos alimentos incluyen productos lácteos, espinacas, remolachas, chocolate, carnes rojas, mariscos, embutidos y alimentos procesados¹².
  • El exceso de peso corporal: el sobrepeso o la obesidad pueden alterar el equilibrio de los fluidos y los electrolitos en el cuerpo, favoreciendo la formación de cálculos renales¹².
  • Algunas afecciones médicas: ciertas enfermedades o trastornos pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Estos incluyen la hiperparatiroidismo, que es un exceso de hormona paratiroidea que eleva el nivel de calcio en la sangre; la gota, que es una acumulación de ácido úrico en las articulaciones; la enfermedad renal poliquística, que es una alteración genética que produce quistes en los riñones; las infecciones urinarias recurrentes; y algunos defectos congénitos o metabólicos que afectan el metabolismo de los minerales¹².
  • Ciertos suplementos y medicamentos: el consumo excesivo o prolongado de algunos suplementos o fármacos puede favorecer la formación de cálculos renales. Estos incluyen el calcio, la vitamina C, el bicarbonato de sodio, los diuréticos, los antiácidos y algunos antibióticos¹².

Existen diferentes tipos de cálculos renales según su composición química. Los más comunes son:

  • Los cálculos de calcio: son los más frecuentes y se forman por un exceso de calcio en la orina. Pueden ser de oxalato de calcio o de fosfato de calcio¹².
  • Los cálculos de ácido úrico: se forman por un exceso de ácido úrico en la orina. Suelen estar asociados a una dieta rica en proteínas animales o a una baja ingesta de líquidos¹².
  • Los cálculos de estruvita: se forman por una infección urinaria causada por bacterias que producen amoníaco. Suelen ser grandes y con forma de asta¹².
  • Los cálculos de cistina: se forman por un defecto genético que impide la reabsorción de la cistina, un aminoácido, en los riñones. Suelen ser hereditarios y afectan más a los niños¹².

¿Cuáles son los síntomas de los cálculos renales?

Los cálculos renales pueden no causar síntomas hasta que se desplazan por el riñón o pasan a uno de los uréteres. En ese momento, pueden provocar los siguientes síntomas:

  • Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas
  • Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle
  • Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
  • Dolor o sensación de ardor al orinar
  • Orina de color rosado, rojo o marrón
  • Orina turbia o con olor desagradable
  • Necesidad constante de orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia u orinar en pequeñas cantidades
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre y escalofríos si existe una infección¹

El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar de ubicación o de intensidad a medida que se mueve por las vías urinarias. El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas, dependiendo del tamaño y la forma del cálculo.

¿Cómo se diagnostican y tratan los cálculos renales?

Si el médico sospecha que tienes un cálculo renal, es posible que te haga algunas pruebas y procedimientos de diagnóstico, como, por ejemplo, los siguientes:

  • Análisis de sangre: pueden revelar un exceso de calcio o de ácido úrico en la sangre. Los resultados de los análisis de sangre sirven para controlar la salud de los riñones y pueden hacer que el médico quiera comprobar si tienes otras enfermedades¹.
  • Análisis de orina: pueden mostrar que estás eliminando demasiados minerales que forman cálculos o muy pocas sustancias que previenen la formación de cálculos. Para este análisis, el médico puede pedirte que hagas dos recogidas de orina en dos días consecutivos¹.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes: pueden mostrar cálculos renales en las vías urinarias. La tomografía computarizada es la prueba más precisa para detectar incluso cálculos diminutos. Los rayos X abdominales simples se usan con menos frecuencia porque pueden pasar por alto los cálculos renales pequeños. La ecografía es otra opción de prueba no invasiva que puede diagnosticar cálculos renales¹.
  • Análisis de los cálculos expulsados: es posible que te pidan que orines a través de un filtro para retener los cálculos que lograron pasar. El análisis de laboratorio revelará la composición química de los cálculos renales. El médico usa esta información para determinar el origen de los cálculos renales y establecer un plan para evitar que se formen otros¹.

El tratamiento de los cálculos renales varía según el tipo, el tamaño y la causa del cálculo, así como según los síntomas que provoca. Algunas opciones de tratamiento son:

  • Tratamiento conservador: consiste en beber mucha agua para facilitar la expulsión del cálculo, tomar analgésicos para aliviar el dolor y tomar medicamentos para relajar los músculos del uréter y ayudar a expulsar el cálculo más rápido y con menos dolor. Esta opción suele ser suficiente para expulsar cálculos pequeños con síntomas mínimos¹.
  • Litotricia extracorpórea por ondas de choque: consiste en aplicar ondas sonoras desde fuera del cuerpo para romper el cálculo en fragmentos más pequeños que puedan ser expulsados con la orina. Esta opción suele ser efectiva para tratar cálculos medianos ubicados en el riñón o el uréter superior¹.
  • Ureteroscopia: consiste en introducir un tubo delgado con una cámara y una pinza en la uretra.

(1) Cálculos renales – Síntomas y causas – Mayo Clinic.

(2) Cálculos renales – Diagnóstico y tratamiento – Mayo Clinic.


(3) Litiasis renal: causas, tratamiento y prevención | Top Doctors.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *