La salud renal es vital para el bienestar general, y las mujeres, en particular, pueden enfrentar desafíos relacionados con infecciones del tracto urinario (ITU) que, si no se tratan adecuadamente, pueden evolucionar hacia una forma crónica conocida como pielonefritis crónica. Este trastorno, que afecta directamente a los riñones, requiere comprensión y manejo para preservar la salud renal y prevenir complicaciones a largo plazo.
La pielonefritis crónica se desarrolla cuando las infecciones recurrentes del tracto urinario afectan los riñones de manera persistente. En las mujeres, la anatomía del sistema urinario, con la uretra más corta y su proximidad al ano, aumenta el riesgo de infecciones bacterianas ascendentes que alcanzan los riñones. Las bacterias, generalmente provenientes del tracto gastrointestinal, pueden ingresar al sistema urinario y causar infecciones que, si no se tratan adecuadamente, pueden volverse crónicas.
Los síntomas de la pielonefritis crónica pueden variar y pueden incluir dolor en la espalda baja o en un costado, fiebre, fatiga, micción frecuente y urgente, así como la presencia de sangre en la orina. Es esencial que las mujeres estén atentas a estos síntomas y busquen atención médica si experimentan signos de infección urinaria recurrente.
El diagnóstico de la pielonefritis crónica generalmente implica pruebas de imagen, como ultrasonido o tomografía computarizada, para evaluar la condición de los riñones. Además, se pueden realizar análisis de orina para identificar la presencia de bacterias y evaluar la función renal. El diagnóstico temprano y preciso es crucial para iniciar un tratamiento efectivo y prevenir daños renales a largo plazo.
El tratamiento de la pielonefritis crónica a menudo implica el uso de antibióticos a largo plazo para eliminar las bacterias y prevenir la recurrencia de infecciones. Es fundamental completar todo el curso de antibióticos según lo recetado por el médico para asegurar la erradicación completa de las bacterias. Además, se pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como mantener una buena higiene personal, beber suficiente agua y orinar regularmente para ayudar a prevenir la propagación de bacterias.
La prevención de la pielonefritis crónica es esencial y puede incluir medidas simples, como mantener una buena higiene personal, evitar retener la orina por períodos prolongados y practicar relaciones sexuales seguras y saludables. Las mujeres que tienen antecedentes de infecciones urinarias recurrentes pueden beneficiarse de estrategias preventivas adicionales, que deben discutirse con su médico.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta profesional, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico de confianza.
Fuentes Bibliográficas: