La lactancia materna es una práctica que tiene múltiples ventajas para los recién nacidos, tanto a nivel nutricional como inmunológico, emocional y cognitivo. Algunas de las ventajas más destacadas son:
La leche materna es el alimento más completo y adecuado para el bebé, ya que contiene todos los nutrientes que necesita para su crecimiento y desarrollo saludables12. Además, su composición se adapta a las necesidades y posibilidades del bebé en cada etapa de su desarrollo2.
La leche materna se digiere y asimila con gran facilidad, lo que previene problemas digestivos como diarrea, estreñimiento y cólico2. También ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento3.
La leche materna proporciona anticuerpos de la madre y estimula el desarrollo del sistema inmunológico del bebé, protegiéndolo de las infecciones más comunes, como las respiratorias, las otitis, las gastrointestinales y las urinarias12. También reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y cáncer en la edad adulta2.
La leche materna favorece el vínculo afectivo entre la madre y el bebé, ya que el contacto piel a piel y la succión generan hormonas que producen sensaciones de bienestar, seguridad y amor13. También favorece el desarrollo cognitivo y emocional del bebé, ya que estimula sus sentidos y su capacidad de aprendizaje2.
La leche materna es más segura e higiénica que cualquier otra leche artificial, ya que no necesita preparación ni conservación. Está siempre disponible a la temperatura adecuada y no tiene riesgo de contaminación13.
Estas son solo algunas de las ventajas de la lactancia materna para los recién nacidos, pero hay muchas más. La lactancia materna es un regalo de salud y amor que las madres pueden ofrecer a sus hijos desde el primer momento de su vida.