El verano es una época del año en la que muchas personas disfrutan del sol, la playa, las
actividades al aire libre y el tiempo caliente. Sin embargo, también es una temporada en la que
hay ciertas enfermedades que son más comunes debido a las altas temperaturas, la exposición
prolongada al sol y otros factores específicos del verano. En este reportaje, exploraremos
algunas de las enfermedades propias del verano y cómo prevenirlas para mantenernos sanos y
disfrutar de la temporada estival al máximo.
Golpe de calor:
El golpe de calor es una afección grave que puede ocurrir cuando el cuerpo se sobrecalienta
debido a la exposición prolongada a temperaturas altas. Los síntomas del golpe de calor
incluyen fiebre alta, piel enrojecida y caliente, dolor de cabeza, náuseas, debilidad y confusión.
En casos graves, puede haber pérdida del conocimiento y daño cerebral.
Prevención del golpe de calor:
– Evitar la exposición prolongada al sol durante las horas pico de calor, que suelen ser
entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
– Vestir ropa ligera, de colores claros y de tejidos transpirables.
– Mantenerse bien hidratado, bebiendo agua con frecuencia y evitando bebidas
alcohólicas y con cafeína.
– Tomar descansos en lugares frescos y sombreados.
– Usar protector solar y protegerse con sombreros y gafas de sol.
– Infecciones gastrointestinales:
– Las infecciones gastrointestinales, como la gastroenteritis o la intoxicación alimentaria,
son más comunes en verano debido a la exposición a alimentos contaminados y al
mayor consumo de alimentos al aire libre, como barbacoas o comidas en la playa. Los
síntomas pueden incluir diarrea, náuseas, vómitos y malestar estomacal.
Prevención de las infecciones gastrointestinales:
– Lavar bien las manos antes de manipular alimentos y comer.
– Mantener los alimentos refrigerados adecuadamente y evitar dejarlos expuestos al sol
durante mucho tiempo.
– Evitar consumir alimentos perecederos que hayan estado expuestos al calor durante
varias horas.
– Evitar el consumo de alimentos crudos o mal cocidos, especialmente mariscos y
huevos.
– Beber agua potable y evitar el consumo de agua de fuentes desconocidas o no
tratadas.
Picaduras de insectos:
Durante el verano, los insectos como los mosquitos, las garrapatas y las avispas son más
activos, lo que aumenta el riesgo de picaduras. Las picaduras de insectos pueden causar
irritación, hinchazón, enrojecimiento y picazón. Además, algunos insectos pueden transmitir
enfermedades como el dengue, la enfermedad de Lyme y las alergias graves a las picaduras.
Prevención de las picaduras de insectos:
– Usar repelente de insectos en la piel expuesta y en la ropa.
– Vestir ropa protectora, como pantalones largos.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no
sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá
tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier
duda deberá consultar siempre con su médico tratante.